1. Comienzo - Elizabeth - 3° Parte

- Chicos, ya se pueden ir- dijo la maestra.
Tomamos nuestras cosas y salimos. Iba caminado por el pasillo, cuando alguien me tapa los ojos. Me volteo y sonrió sin poder evitarlo.
- ¡Esteban!- lo abrase y él me lo devolvió- Que bueno que viniste. Te extrañaba, me tenías abandonada.
- Tú tampoco me ibas a ver.
- He estado ocupada, no es porque no quiera.
- Eso no es excusa, Ely.
- Bueno, eso no importa. Lo que importa es que estas aquí- y lo volví a abrazar.
- ¡Ely!- gritaron a mis espaldas.
Solté a Esteban y me voltee. Sonreí al ver a mi novio venir pero por dentro quería matarlo. Maldición, ¿por qué ahora? Se acercó y me dio un beso.
- Hola Nico- sonreí.
- Hola Ely- miro a Esteban y su expresión cambió por completo- Hola- saludo con desprecio.
- Hola-  contesto con el mismo tono.
“¿Por qué? ¿Por qué? No pudo ser en otro momento, justo los vinieron el mismo día. ¡Demonios!”
- ¿Por qué viniste, amor?
- Quería verte, ¿acaso no puedo?
- No, no es eso, claro que puedes, es solo que no lo esperaba.
- Pues yo tampoco sabía que él iba a estar aquí. Si lo hubiera sabido, no hubiera venido
- Aun estas a tiempo de irte- le respondió
Y empezamos otra vez…
- Tu no me dices lo que tengo que hacer- dijo enojado
- ¡No me hables así!
- Bueno, bueno, no empiecen ahora, ¿ya? No quiero escuchar sus peleas- suspire-. Mejor me voy a trabajar, y tú te vienes conmigo- le tomé la mano a Nicolás-. Adiós Esteban, otro día nos vemos- le doy un beso en la mejilla- Te llamo en la noche- le susurre al oído.

Empecé a caminar a la salida prácticamente  arrastrando a mi novio. Me sentía, triste, enojada. Decepcionada. ¿Por qué no podían llevarse bien?
Nunca se han llevado bien.
Cuando le dije a Esteban que tenía novio, él se alegró. Pero apenas lo vio, me dijo “No me gusta ese chico”. Y lo peor que fue lo mismo por ambas partes. Llevábamos casi 6 meses de novios, y en ese tiempo, nunca he podido esta con los dos sin que discutan. Y tenía un presentimiento de que si los dejaba a los dos en una habitación solos, aunque sea por 5 minutos, ¡ellos se matan!
I hate this!

- ¡Ely!- mire a Nicolás, quien me miraba molesto- ¿Qué te pasa? No haza dicho nada durante todo este rato.
- ¡Já! Y preguntas que me pasa. ¿Acaso no es obvio?
- No puedes molestarte por eso
- ¿No puedo? Pues fíjate, ya lo hice- conteste sarcástica- Es que… simplemente no lo entiendo. ¿Por qué se llevan tan mal? ¡¿Por qué?! ¿Me lo puedes explicar?
- Él empezó con esto
- Tú empezaste
- No, no me refiera ahora, hablo desde que nos conocimos. Esteban me trato así desde el principio
- Algo le habrás hecho
- ¡No le hecho nada!
- No creo, él no es así porque si- me crucé de brazos
- ¡Ah! Claro, ahora lo defiendes a él. Linda la cosa.
- Yo conozco a Esteban. Él no es así, es muy pasivo y tranquilo, tiene mucha paciencia. Pero contigo es diferente, le caíste mal enseguida
Nos quedamos callados.
- Sabes, no quiero seguir hablando de esto, ¿bueno? NO quiero pelearme contigo por tonterías- me abrazo y yo hice lo mismo.
- Está bien-le sonreí
- ¿Quieres hacer algo en la noche?
- No puedo- suspire- Sabes que tengo trabajo hasta tarde.
- Ya, pero no creo que se enoje si sales unas horas antes, ¿no?
- Supongo que no. Tendría que preguntarle.
- Vamos a preguntarle entonces.
- ¡Bueno!- sonreí
No me gustaba pelearme con él. Así que haría lo posible para poder salir con Nicolás hoy. ¡Lo lograre!

~ Fin del Capítulo

1. Comienzo - Alexis - 2° Parte

Esa mañana se me paso rápido. Y por alguna razón me sentía raro. No sé qué era, pero no se sentía mal. Constantemente me quedaba viendo un punto fijo sin que hubiera algo realmente que ver. Y lo peor es que no me podía concentrar en nada. Era una sensación extrañamente buena, pero molestoso.
- Papá, escúchame- me pidió Abi estando en la cafetería de la universidad. La verdad es que ni me di cuenta de cómo llegué ahí.
- ¿Qué pasa?- pregunté.
- No me escuchas, eso pasa.
- Lo siento, ando distraído.
- Me di cuenta, ¿qué te pasa?
- No lo sé, me siento raro.
- ¿Te vas a enfermar?
- No es eso, no ese raro. No sé cómo explicártelo.
- Inténtalo.
- Es que siento como si algo fuera a pasar.
- ¡Oh! Tu sexto sentido.
Así lo llamaba Abi.
Esto me había pasado antes. Era lo mismo, pero en vez de sentirme bien como ahora, esas veces me sentía mal. La última vez que me paso, estuve así todo el día y al otro día a mi hermana la tuvimos que llevar al hospital por apendicitis.
- Sí, algo así. Pero no me siento mal, me siento bien, ¿me explico?
- La verdad es que no, y eso que yo soy la que no se le entiende las cosas que dice, yo soy la rara.
- Abi, te he dicho un montón de veces que no eres rara. Eres diferente a los demás- me sonrió.
- Bueno, bueno, de eso no estábamos hablando. Haber, yo me recuerdo que antes cuando te pasaba esto, paso algo malo, pero ahora me dices que te sientes bien, entonces ahora va a pasar algo bueno.
- No lo sé, quien sabe. Pero no quiero hablar más del tema, ¿bueno?- asintió- ¿Qué era lo que me hablas antes?
- Te pedía que me acompañaras al cine, no quiero ir sola- hizo pucheros- ¿Me acompañas?
- Claro que te acompaño
- ¡Gracias!- y me abrazo.
Tenía que distraerme, si seguía pensando en estas tonteras, me iba a volver loco.

1. Comienzo - Elizabeth - 1° Parte

- Buenos días- salude animada a mis padres cuando fui al comedor.
- Buenos días. ¿Cómo dormiste?- pregunto mamá.
- Bien, aunque me hubiera gustado dormir hasta más tarde- me quejé.
- Pero mañana ya es sábado.
- Sí, pero tengo que trabajar- mire a mi papá y puse cara de corderito a punto de degollar.
- No hija, los sábados tienes que trabajar, lo siento pero si quieres seguir teniendo tus cosas, tienes que hacerlo.
Bufé pero me resigne. Trabajar en la cafetería tu papá tenía sus ventajas, pero también sus desventajas. Pero me agradaba poder trabajar y tener mi propio dinero, y así no tener que pedirles a mis papás. Continué comiendo en silencio hasta que llego mi hermano y se quejó que lo había despertado. Era flojo de manera que llegaba a ser anormal e igual de molestoso. Pero por alguna razón que aún desconozco, no podría vivir sin él.
Me cepille los dientes o por lo menos trate ya que Camilo me estuvo molestando todo el rato. Fuimos a buscar nuestras cosas y nos fuimos juntos. El viaje era algo largo y a mí me gustaba llegar antes para poder hablar con mi profesor.
Estudió en el conservatorio de Viña del Mar. No muchos estudian ahí por gusto. La mayoría va aquí y a la universidad. Pero yo lo hago por gusto. Además, yo quería estudiar Diseño Textil pero mis papás no me lo pudieron la carrera. Así que con el dinero que había juntado, entre al conservatorio, ya que la música es otra de mis pasiones.
Tomamos el metro ya que nos servía a mí y a mi hermano. Cuando llegó, cada uno se sentó e silencio y cada quien en lo suyo. Era algo demasiado rutinario hacer este viaje todos los días. Me gustaría poder vivir en Viña, así me podría ir caminando al conservatorio y al trabajo, y también le serviría a mi hermano. Pero encontrar casa estaba difícil.
Ya había llegado a mi parada, así que me despedí y baje.

Prologo

Elizabeth es una de esas millones de personas que se preguntan qué es el amor. Sueña día y noche con poder sentirlo. Sentir esas "mariposas en el estomago", que siempre había escuchado que se sentía. Tanto que lo deseaba se hizo realidad.

"El amor es una especie de locura, que me gusta, pero una locura más de la filosofía que es totalmente impotente, es una enfermedad a la que está expuesta la humanidad en todo momento, no importa a qué edad, y que no se puede curar."

- Giacomo Casanova