14.11.11

6. Dudas - Elizabeth



Mi vida cada vez es más extraña.
¿Cuántas eran las posibilidades de que lo volviera a ver? Pensaba que era 1 en un millón, hasta que lo vi entrar por la puerta del café. ¿Acaso era posible que justo ahora tuviera suerte? Y la verdad es que ni siquiera si buena o mala suerte, no se como considerarla. Quizás ambas o quizás ninguna.
Lo único que sé es que estoy teniendo unos días muy extraños.
Pero él ya se había ido y aunque supiera donde trabajo y se despidiera con un "Hasta pronto", no quiere decir que él iba a volver, ¿no? Todo el mundo decía eso y no precisamente era porque después se verían, ¿verdad?
Dios, creo que me estoy volviendo loca.
¿Por qué pienso tanto en esto? Él solo era un cliente más, quizás volviera a verlo, pero porque vino al café, no por mi... ¡¿y por qué creo que es por mi?! ¡Claro que no es por mi! Que tontería...
¿Por qué me importa tanto eso? ¿Por qué me importa tanto alguien que casi no conozco? No debería importarme ese chico. Ni siquiera debería pensar en él. ¡Tengo novio! Creo que tengo que recordarme más seguido.
Un chasquido me despertó de mis ensoñaciones.
- Wow, estabas en un trance, parece que al mago que lo hizo se le olvido despertarte- me dijo apoyando su cabeza en una mano
- ¿Desde cuando estas aquí?- pregunte sorprendida
- En la Tierra desde hace 18 años pero en el café desde hace dos minutos- me reí- Ya me estaba aburrido por eso te desperté. ¿Dónde estaba tu mente? ¿Fue a darse una vuelta al mundo o que?
De hecho, estaba solo estaba en esta ciudad...
- No, nada, solo estaba distraída- le dije- ¿Y tú que haces aquí Nadia?
- ¿Me estas echando?- me rió
- No, solo pregunto
- Pues si mal no recuerdo, a esta hora tú estas en colación y pensé que podríamos hacer algo
Mire el reloj y era verdad. Si no iba a comer, tendría hambre hasta las 10pm.
- Esta bien, dejame cambiarme
Me cambie rápidamente y le avisé a papá. Salí junto a Nadia y los primeros minutos anduvimos en silencio hasta que ella lo rompió.
- ¿En qué estabas pensando?
- ¿Cuando?
- Cuando estabas en el café
- En nada- suspiro
- Ely, odio que me ocultes cosas y lo sabes. Así que dímelo, sabes que me termino enterando igual- suspire nuevamente
- Es que son muchas cosas
- Tengo tiempo, así que cuenta
- Bueno, ambos son cosas que me pasaron ayer, una con Esteban y la otra con otra persona
- ¿Quién?
- Ya lo sabrás. ¿Cuál quieres que te cuente primero?
- Emm... lo de Esteban
- Ok. Lo que paso es que ayer él fue a verme pero también Nicolás
- ¡Uh! Mala combinación
- Si sé- entramos a una fuente de soda- Como siempre, se pusieron a discutir, tuve que llevarme a Nicolás o hubiera terminado mal
- Espera un poco, anda a sentarte, voy a pedir nuestra super comida
- Ok
Esto era algo casi normal. Siempre que salíamos con Nadia, comíamos en una fuente de sosa un plato de papas fritas. Generalmente en las colaciones del trabajo comía ahí o iba a casa, aunque normalmente no comía mucho.
- Listo, ya nos lo traen. Sigue contando
- ¿En que iba?
- En que Nicolás y Esteban te habían ido a ver y se pusieron a discutir
- Ah! Cierto. Bueno, en la noche llamé a Esteban y... bueno, resumiendo discutimos, me dijo estúpida y que si Nicolás me hacía algo no viniera llorando después, que ya me lo había advertido- suspire triste
- Que mal Ely
- Si sé, me siento horrible, no quiero estar peleada con él
- Entonces ve a disculparte- me sorprendí
- ¿Qué? ¿Por qué tengo que disculparme yo?
- Porque si a Esteban le cae mal alguien es por algo, que el asunto ya es por algo grave, entonces lo que te dice es por tu bien, pero tú te enojas porque él te quiere ayudar
- ¡¿Ahora tú lo apoyas?!
- Yo le creo, él tampoco me da buena espina pero bueno...
- ¡¿Por qué no les cae bien?!
- Es que... no sé. Creo que se me contagió lo de Esteban- hizo una mueca- Pero aun así, él... no sé, no me gusta.
- Pensé que ustedes me iban a apoyar cuando tuviera novio- dije un poco decepcionada
- ¡Y lo hacemos!
- Pues no se nota
- Te apoyamos Ely, nos gusta que tengas novio, pero no elegiste uno bueno
- ¡¿Por qué?!- ya me estaba alterando
- Oye, ya, relajate. No hablemos más de eso, ¿bueno?
- Esta bien, no quiero pelearme contigo también
- No te preocupes por eso. Sabes que yo nunca me voy a enojar contigo- me sonrió
- Gracias Nadia- acerqué mi silla a ella y la abracé
En ese momento llego nuestra comida. Nadia tomo una papa y empezó a jugar con ella.
- Y, bueno, ¿qué era lo otro que me tenias que contar?- pregunto
- Pues... es algo raro
- Me gustan las cosas raras. Cuenta
- Ayer le pedí permiso a mi papá para salir temprano y ir con Nicolás al cine. Cuando íbamos a la sala choque con alguien y nos caímos. Cuando me iba a disculpar...-me quedé callad recordando y no pude evitar reír como tonta
- Tomando en cuenta la sonrisa de idiota que tienes, he de suponer que es algo bueno
- Realmente no lo sé- respondí volviendo a la Tierra- Cuando lo vi...-me interrumpe sorprendida
- ¿Es un chico?- asentí- Ok, esa fue una pregunta idiota. Continua.
- Fue algo extraño lindo, no sabría describirlo, pero fue increíble- suspire apoyando mi cabeza en mi mano
- ¿Acaso te gusta?- miro acusándome
- Claro que no!- negué rápidamente- Es solo que fue raro
- ¡Oh! A Ely le gusta un chico que no va a volver a ver-agarre una papa y empecé a jugar con ella
- Si, no lo voy a ver más- dije mirando hacia un lado tratando de que Nadia no se diera cuenta que le ocultaba algo...
- Tú no me haz dicho todo- me acuso
... pero nunca funciona- Lo mío no es mentir.
- Ely, dime que más paso ayer
- No paso nada más...- levanto una ceja-... ayer- concluí
- ¿Paso algo hoy?- pregunto algo extrañada
- Si- respondí en voz baja, algo avergonzada
- ¡Cuenta!- pidió emocionada
- Pues yo estaba trabajando y apareció por la puerta del café y vino directo hacia donde yo estaba
- Y tú seguramente entraste en pánico
- ¡Si! Y fui a hacer cualquier otra cosa pero no sé me ocurrió nada porque estaba nerviosa. ¿Cómo iba a saber que él iba a parecer de nuevo? ¡Era casi imposible!- respire y me relaje- Bueno, al final tuve que ir a atenderlo igual, pensé que iba a estar enojado porque nos caímos, pero me equivoqué. Se comporto muy amable conmigo, fue muy simpático.
- ¿Y te gusto?- insinuó- ¿Era lindo?
- Nadia, tengo novio, creo que se te olvida eso
- Ya, pero que tiene eso. No porque tengas novio no puedes encontrar a alguien lindo. Entonces, ¿era lindo?
- Pues... si- respondí nerviosa
- ¿Y cómo se llama?
- Alexis
- ¿Cuantos años tiene? ¿Qué estudia? ¿Donde es...- la interrumpí
- Nadia- la reproche
- ¿Qué? Quiero saber
- La verdad no sé nada de él.
- ¿No hablaste con él?
- Si, pero no mucho. Estaba trabajando, no podía hablar mucho- bufo
- Para la próxima tienes que preguntarle más cosas
- ¿Para la próxima?- pregunte asustada
- Claro, de seguro lo vas a ver de nuevo, más pronto de lo que crees.
Después de eso, no hablamos más del tema. Aunque yo quería que él volviera, no me había puesto a pensar en hablar con él como un amigo. Quizás él simplemente me había hablado solo por obligación. Si me viera en la calle, ¿me hablaría? Dios, no lo sé. Creo que me conformaría con un simple "Hola" de él. Aunque seria genial hacerme su amiga. Pero no creo que eso suceda... Genial, ya me deprimí. Y lo peor es que es por alguien que casi no conozco.
¿Es que acaso ahora nada va a ser normal?

~ Fin del Capítulo
---
¡Hola mundo!
Tanto tiempo, ¿no? Bue', en este blog no ha sido tanto como en otro, pero aun así. Me siento mala por no haber subido tan seguido, pero es que me daba flojera pasar en limpio, soy una vaga, lo sé. En esta historia es donde más tengo escribo. Tengo hasta el 8° capítulo y parte del 9°. Se que suena poco, pero el capítulo 7 se me hizo muuy largo. Me emocione escribiendo. Espero que les guste el capítulo, el próximo es más lindo según yo. Disculpen si las decepcione con respecto a las subida de capítulo
Dejen sus comentarios y opiniones (siempre con respeto!)
Bye (:♥

13.4.11

5. Reencuentro - Alexis


Soy un maldito suertudo y ciego.
¿Cómo mierda no me di cuenta?
Llevo yendo a este café desde que llegué a la ciudad y nunca la había visto.
De nuevo mi corazón se aceleró. Odiaba esa sensación de que el corazón se me fuera a salir, pero a la vez era agradable sentir lo que me causaba ella.
Sacudí la cabeza. Que idioteces estoy pensando. Pero aun así no podía sacar la vista de la ventana, no podía dejar de mirarla mientras atendía a los clientes. Quería entrar y hablar con ella, una parte de mí lo deseaba, pero la otra me decía que me largara de ahí. Pero yo no quería hacerle caso a esa parte, quería entrar.
Nuevamente sacudí la cabeza, respire profundo y trate de seguir. Pero me acorde del brazalete. Quizás sea de ella, tendría que devolvérselo. Pero primero tendría que preguntarle a ella. Una sonrisa estúpida se formó en mi rostro. Definitivamente no tenía fuerza de voluntad.
Camine hacia la puerta de entrada dando una última mirada a la ventana y entré. En el lugar había gente, pero no tanta como para que ella no pudiera hablar conmigo. Ella estaba de espalda a mí, haciendo no sé qué cosa.  Se voltea y mira a donde estaba yo aún parado. Sus ojos se agradaron levemente y un rubor apareció en sus mejillas. Camino hacía donde está pero ella se va a otro lado. Sonreí y me senté en una de las batucas que estaban al lado del mesón. Estaba un poco ansioso, quería que viniera.
Después de un rato esperando, ella llego, con la cabeza un poco agachada pero aun así se le notaba que tenía las mejillas rojas.
- Buenos días, ¿qué desea?- pregunto sin mirarme
- Un capuchino, por favor- le respondí con una sonrisa
- Enseguida- contesto y se fue a servirme el café
Seguía ansioso, quería hablarle pero no sabía de qué, ni cómo empezar. ¿Dónde quedo mi imaginación? Ella volvió y me puso la taza delante de mí.
- ¿Quiere algo más?- pregunto
La mire directamente a los ojos y ahí me quede. No apartaba a vista de ella ni por un segundo. Sus mejillas se iban tornando cada vez más rojos y en sus ojos se veía el nerviosismo, pero aun así no corría su mirada.
- ¿Qué pasa?- pregunto nerviosa
Se veía graciosa así, quería reírme en ese instante. Pero no por maldad, se veía tierna avergonzada. De un momento a otro bajo su mirada sin saber por qué.
- Yo…-empezó sin levantar la mirada- Yo me quería disculpar- continuo en voz baja- Por lo de ayer- concluyo
Yo seguí mirándola, sin decir nada. Así que se acordaba. Cada vez estaba más sonrojada por mi mirada. Era entretenido ponerla nerviosa.
- Así que te acuerdas de eso- le dije con tono serio
- En verdad lo lamento mucho, yo no quise, estaba distraída, lo sien…-antes que pudiera terminar la palabra solté una carcajada que la desconcertó-…to- completo sin entender nada. Se me quedo mirando con el ceño fruncido y una mirada confusa- No lo entiendo. ¿No estas molesto?- pregunto
- ¿Así que aparte de distraída también eres un poco sorda?- le dije en tono de broma, ella seguía sin entender- Tú me pediste disculpas y yo las acepté. Listo, fin del problema- le sonreí
- No lo entiendo- me dijo en voz baja
- No me estas escuchando- le dije suspirando
- Es que…- después de eso no le entendí más, empezó a balbucear y a mover sus manos rápidamente.
- Oye, oye- la pare tomándola de las muñecas, ella se sorprendió y se sonrojo- Tranquila, me estabas poniendo nervioso hablando así.
- Perdón- se disculpó y yo me reí
- Te disculpas por todo, ¿verdad?- bajo la mirada- A ver, empecemos de nuevo, ¿bueno?- le dije y le solté las muñecas
- Está bien
- ¿Cómo te llamas?- le pregunte, quizás por eso debí haber empezado
- Elizabeth, pero dime Ely. ¿Tú?
- Alexis- le sonreí- Gusto de conocerte chica extraña- le dije en tono de broma y ella se rió
- No soy extraña- me dijo con un tono un poco triste
- Eso es lo que dices tú
- Oye, me haces sentir mal
- Lo siento, no era mi intención- me disculpe- Quizás extrañas no sea la palabra adecuada, diferente quizás o especial. No lo sé, dime tú, te conoces mejor que yo
- Me conoces desde ahora- dijo algo extrañada
- A eso me refiero- se rió pero se le notaba triste- ¿Te pasa algo?
- Emm… no- dijo dudando- ¿Por qué?
- Estas triste
- No lo estoy- me corrigió
- Se te nota demasiado, no lo niegues- suspiro y bajo la mirada
- No es nada- empezó pasándose la mano por su desnudo brazo-, bueno, en realidad es bastante. Se me perdió un brazalete- puse más atención-, era de mi abuela, es importante para mí. Sé que se van a enojar cuando se enteren, mi mamá y mi abuela
- ¿Cómo era?- pregunte un poco nervioso
- Era una cadenita con un diamante en forma de ovalo
- Oh!- exclame sintiéndome culpable, sentía que el brazalete pesaba una tonelada
- Permiso, tengo que ri a atender- me dijo mirando a una pareja que acababa de llegar
- Adelante- le sonreí y ella me imito
La mire durante unos segundos mientras ella se alejaba pero me volví rápidamente al café. Lo tome y le di un sorbo. Delicioso, como siempre. Así que si era ella. Quizás debería devolvérselo, pero estaba roto, no creo que se vería bien. Tendría que llevarlo a arreglar, como había dicho en la mañana. Si, lo llevaría a arreglar y se lo devolvería. Saqué mi celular y entre a internet. Apenas saliera de la cafetería iría a una joyería y como no quería andar paseándome buscando una, la busque en internet. Había una cerca de aquí, en una galería. Listo, iría ahí.
- Ya- su voz me distrajo- Volví.
La mire y sonreí dejando mi celular a un lado.
Estuve conversando con ella casi todo el rato que estuve allí. Ely era agradable. Se podía conversar con ella de cualquier cosa, era muy sencilla.
Después de pagar y despedirme de ella con un “Hasta pronto”, salí justo cuando una chica entraba. Tenía que irme a hacer lo que, hace ya 3 hora, debía haber hecho.
Mientras caminaba me puse a pensar en todo esto. La verdad era que ahora me sentía un poco estúpido por pensar así de Ely. Lo reconocía, era linda. Pero definitivamente después de hablar con ella no la veía como algo más. No era mi tipo. Ella parecía más una amiga que otra cosa. No sé por qué.
Entre en la galería y busqué la joyería que había visto. No tarde en encontrarla. Entre, había solo un hombre ya mayor que alzo la vista al oír que entraba.
- Buenas tarde, ¿en que lo puedo ayudar?
- Hola, quería ver si podía arreglar este brazalete- le dije mientras lo sacaba y se lo pase
- Déjeme ver- lo tomo y examino con ese extraño lente que se ponía en un solo ojo- Sí, se puede arreglar pero va a costar muy caro- dijo sacándose el lente
- No se preocupe por el dinero, hágalo- me miro sorprendido
- ¿Es para una persona especial?- pregunto y yo me reí
- Es solo una amiga- le respondí, no sé si se pueda considerar amiga a alguien que solo conoces hace menos de 1 día, pero era lo de menos- ¿Cuándo estaría listo?
- No lo sé, tengo que conseguir lo que necesito, además que tengo que terminar otros trabajos. Quizás en una o dos semanas, pero yo le avisaría
- Ok
Anoto en una boleta todos los datos que necesitaba y me paso una copia.
- Yo lo llamare cuando esté listo
- Está bien. Gracias
- Gracias a usted. Hasta pronto
Salí y me debatí en que hacer. No quería volver a casa aún. Quizás Abi querría salir de nuevo. Si, iría donde Abi.

~ Fin del Capítulo 

19.2.11

4. Suerte - Alexis - 2° Parte

Esto de dormir poco no era común en mí.
Mi hermana decía que yo era un oso, que en cualquier momento me iba a dormir e iba a empezar a invernal. Pero ahora fue raro, no pude dormir, me despertaba a cada rato. Isabella durmió tranquilamente, de hecho seguía durmiendo. Tenía apoyado su cabeza en mi hombro y su brazo sobre mí. Que suerte la de ella por poder dormir. Mire el reloj y eran las 9:30am. Suspire. Acomode a Isabella a un lado y me levante. Tome una toalla y me fui a bañar, tenía que despertarme. Cuando termine, fui a mi habitación solo con el pantalón. Ella seguía durmiendo, mirando hacía la pared. Me sequé y me cambie rápidamente. Fui a la cocina y desayune viendo una película que en realidad no veía. Casi ni sentí lo que comí, seguía distraído. Estúpida caída. Ahora nadaba como un idiota por su culpa, además seguía teniendo el brazalete.
Tenía que deshacerme de él, no tenerlo en mi habitación. Se lo podría dar a Abi. Si, lo arreglaría y se lo regalaría a ella. Lave las cosas y fui a buscar el brazalete. Tome mis cosas y salí de casa. Tendría que buscar una joyería, supongo que ahí podrían arreglarlo. Alguna de las galerías tendrá algunas, no sé, nunca me he fijado en eso. Solo había entrado una vez en una para comprarle un regalo a Abi, pero ya ni me acordaba de donde era.
Soy demasiado malo en estas cosas.
Baje todo el trayecto a pie. Vivía en un departamento en el cerro. La vista era genial era desde el balcón de mi habitación, en especial en año nuevo. No sé cuánto me habré demorado en llegar al centro. ¿30 minutos? Más o menos. Dios estaba muerto. Esto de no dormir y caminar mucho no combinan.
Mientras me dirigía a la Avenida Valparaíso, pase al lado de una café, siempre que iba por aquí pasaba a tomar algo. Quizás debería tomar algo para despertarme. Mire por el gran ventanal y la vi. No me lo podía creer.

~ Fin del Capítulo

26.1.11

4. Suerte - Elizabeth - 1° Parte


Creo que esa había sido una de mis peores noches.
Casi ni dormí. La pelea de Esteban seguía en mi cabeza. Quería disculparme con mi hermano. Él era una de las pocas personas en que podía confiar, no quería perderlo.
Mire el reloj que estaba en mi velador, eran las 6:10am. Tenía que levantarme. Me levante tambaleando un poco y prendí la luz. Busqué entre mi ropa, aunque no fuera mucha y saque mis jeans grises, la camiseta blanca y negra con el dibujo del ratón Mickey Mouse y un poleron de lana negra.
Después de darme una ducha rápida, me vestí y me sequé el cabello tratando de no demorarme mucho para no despertar a mi hermano. Me puse mis aron en forma de perla y cuando iba a ponerme el brazalete de mi abuela, no lo encontré. No estaba en mi velador. La busqué en el piso, entre mi ropa, mi mochila, en toda la pieza, pero nada.
¡No! ¿Dónde estaba? Yo me la había puesta ayer, la tenía en el conservatorio, en el trabajo y…
Solté un pequeño grito cuando me di cuenta lo que había pasado. El cine, la caída. Tenía que haberse soltado y caído. Dios, es horrible. Si mi mamá se enteran se va a enojar.
Definitivamente este no era mi día.
Me puse mis zapatillas y fui a la cocina. Ya estaban despiertos mis papás. Los salude con beso y me senté a desayunar.
- ¿Qué quieres desayunar?- me pregunto mi mamá
- Algo que me haga despertar
- ¿No pudiste dormir bien?
- No- hice una mueca
- ¿Por lo de ayer?
- Si- suspire- Tengo que hablar con él
- Si, cariño
Me sirvió una taza de café con leche y un pan con queso. Comí en silencio distraída, se me había quitado el hambre. Termine y me fui a lavar los dientes. Me fui a abrigara y esperé a mi papá en la sala. No se demoró y nos fuimos al auto.
Papá casi nunca nos llevaba a mi hermano y a mí a clases, él salía antes de casa para llegar temprano, así que no nos podía llevar. El trayecto fue silencioso, pero no incómodo.
Todo estaba oscuro cuando entramos. Prendí la luz y fui hacía los vestidores a cambiarme. Me puse la camiseta que tenía el logo del café, un trébol de cuatro hojas y bajo este decía “Café Trébol”. Me puse el delantal de color verde y guarde mis cosas en el casillero. Me hice un moño y salí. Mi papa estaba en la cocina arreglando todo. Me dirigí hacia las mesas y empecé a bajar las sillas.
Este iba a ser un largo día.

22.1.11

3. Insomnio - Alexis - 2° Parte

¿Qué demonios fue eso?
Eso si había sido extraño, mucho. Pero definitivamente fue algo… no sé, increíble. Son de ese tipo de cosas que a uno le quita el sueño, bueno, quizás no tan así.
Maldición, ¿quién era ella? No sé, pero era bellísima. La quería ver de nuevo, aunque era casi imposible. Y aunque la volviera ver, ¿de que serviría? Tenía novio. Maldito suertudo. Bueno, ya que.
Metí mi llave en la cerradura, y abrí la puerta. La sala estaba oscura, todos debían estar durmiendo. Fui a mi habitación. Me senté y saqué del bolsillo lo que me había encontrado. Era un brazalete, que a simple vista ya se veía caro. Era una cadena dorada y a centro había un espacio vacío en forma de ovalo y alrededor de este, pequeñas piedritas, parecían diamantes, pero le faltaban varios y el broche estaba roto.
No sé por qué, pero creo que le pertenecía a ella. Después de perderla de vista, lo había encontrado en el piso. Quizás solo fuera coincidencia y ya estaba ahí desde antes pero yo prefería pensar que era de ella y tener un recuerdo de esa chica. Aunque quizás termine mal de la cabeza por su culpa.
Deje el brazalete en el cajón del velador y me puse el pijama. Entonces, golpean la puerta de  mi habitación.
- Pase- dije algo extrañado
La puerta se abrió y apareció mi Bella hermana. Sonreí y ella se acercó y se sentó a mi lado.
- ¿Qué pasa?- pregunte
- Nada
- ¿Entonces?
- ¿Entonces qué?
- Isabella estoy hablando en serio. Si no me viniste a decir algo, mejor te vas a acostar.
Me miro algo molesta y triste a la vez, se levantó caminando hacia la puerta pero la alcance a tomar de la mano y la empuje hacia mí haciendo que cayera en mis piernas.
- A ver, cuéntame, ¿qué te pasa ahora?- se quedó callada un rato
- Me tienes abandonada
- ¿Qué?
- Casi ni pasas conmigo
- Pero si tú dices que no te moleste.
- Ya, ¿pero ahora se te ocurre hacerme caso?
Dios, quien la entiende.
- No es que no quiera pasar tiempo contigo, pero yo he tenido cosas que hacer
- Hoy te pasaste casi toda la tarde durmiendo, no creo que eso sea más importante que yo.
- Pudiste despertarme- mencione
- Tú siempre te molestas cuanto te despierto
Me quede callado. La abrase y apoye mi mentón sobre su hombro.
- Lo siento. Prometo que pasare más tiempo contigo, ¿bueno?
- Bueno- sonrió
- ¿Te quieres acostar aquí’- le ofrecí
- ¡Sí!- Contesto sonriente
- Bueno, acuéstate
Se levantó de mis piernas y yo la imite para ir a apagar la luz. Ella se acostó y yo a su lado abrazándola fuertemente.
- Buenas noches- me dijo
- Buenas noches, Isabella
Nunca he logrado entender a mi hermana y creo que nunca lo voy a hacer. A veces quería estar conmigo y otras prácticamente me echaba para que no estuviera cerca. Pero no importaba ahora. Tenía que dejar de pensar en cosas que no vale la pena y prestar más atención a mi hermana. Quizás no volvería a ver a esa chica, así que tenía que olvidarla. Quería mucho a Isabella para perderla. Al fin y al cabo, ella es la persona más importante para mí y quiero tenerla para siempre.

~ Fin del Capítulo

15.1.11

3. Insomnio - Elizabeth - 1° Parte


La verdad es que no supe muy bien que paso. No sabía por qué mi corazón se alocaba tanto al recordarlo. Y no pude descubrirlo en todo lo que había durado la película.
Había estado todo ese rato sumergida en mis pensamientos. Nicolás se había dada cuenta, no había que ser genio para darse cuenta. Me sentía tan extraña, era una sensación rara, no supe definir exactamente que era.
Cada vez que cerraba los ojos, ese momento venía a mi mente. Su miraba hipnotízate, la corriente eléctrica al tocar su mano, su suave voz…
¡¿Qué demonios hago pensando en eso?!
Ely, controla tus pensamientos. Recuerda, tienes novio, al que quieres mucho. Me sentía tonta por pensar así de alguien que vi por… No sé, 1 minuto, 2. No lo sé. Pareció una eternidad.
¡Ya basta!
Suspire. Mire a mi reloj de pulse y eran las 22:55. Seguía sin poder dormir. Demasiadas cosas en mi mente: esa maldita y hermosa caída, mi novio y la pelea que acababa de tener con Esteban.
- Es que no lo entiendo, ¿me puedes explicar por qué no te llevas bien con él?
- No me gusta ese chico, no me es de fiar.
- ¿Te ha hecho algo acaso?- dudo un poco
- No, pero…
- ¿Pero qué? ¡Él no te ha hecho nada! Llévate bien con él, por favor.
- ¡Es que no me puedo!- grito- No me agrada, no me gusta que andes con é, lo digo por tú bien Ely, ¡entiéndelo!
- ¡Él no me ha hecho nada! ¡Deja tu sobreprotección a un lado! Yo creo que lo tuyo es sobreprotección. Como no había tenido novio antes, te comportas así.
- Quizás, en parte sí, pero su tú estuvieras con alguien bueno, no me pondría así. Pero no, a ella justo le gusto el idiota.
- ¡Cállate! ¿Por qué te metes en mi relación? Yo no me meto en la tuya
- Porque te llevas bien con Camila
- Pero tú no puedes llevarte bien con Nicolás.
- ¡Por qué me car mal! ¡No es una buena persona! No te conviene
- ¡No es cierto! Cállate
- Demonios Ely. ¿Acaso eres estúpida o qué?- nos quedamos en silencio- Si te hace algo, no vengas a mi llorando, ¿ok? Yo te lo advertí- colgó
Se me escapaban las lágrimas de solo recordarlo. Nunca me había peleado con Esteban antes. No me gustaba estar así con él. Tendría que solucionarlo pronto. No quiero perder a un amigo por algo que no vale la pena.

9.1.11

2. Cine - Elizabeth - 2 ° y 3° Parte

Después de varios intentos e insistencia, lo había logrado: mi papá me había dejado salir antes. Aunque claro, con una condición, no me iba a pagar las horas que no había trabajado. Era normal, en cualquier trabajo harían eso, pero tenía la pequeña esperanza que mi papá no lo hiciera, pero me equivoqué.
A las 20:30hrs, Nico llego a la cafetería, le avise a mi papá y me fui a arreglar. Me cambie la camiseta y me saqué el delantal, me arreglé el cabello y salí.
Ya afuera de la cafetería pude saludar a mi novio con un beso, sin la mirada de mi papá. Le tome de la mano y caminamos hacía el cine hablando de la película que íbamos a ver.
Al llegar compramos las entradas y nos dirigimos hacía la sala. Yo, como extraña que yo, me puse a caminar de espalda mientras hablaba con Nicolás. Pero sin querer, choque con alguien y me caí sentada al piso.

~ ~

Los dos cayeron sentados, justo el uno al lado del otro. Ella se sobaba y él se quejaba. Elizabeth estaba a punto de disculparse, pero al levantar la vista, se encontró con esos ojos cafés que la hipnotizaron en menos de medio segundo.
Alexis apenas era consciente de lo que pasaba a su alrededor. En ese momento, lo único que sus ojos veían era a esa chica.
Los corazones de ambos latían a una velocidad increíble. Sincronizados en la misma frecuencia, en la misma melodía…
¿Cuánto había pasado? 10 segundo, 1 minuto, 1 hora. No lo sabía. Pero aunque hubiera pasado un siglo no hubiera sido suficiente.
- Lo lo siento- tartamudeo. Se sintió tonta al no poder hablar bien a su lado
- No pasa nada- se levantó sin quitar sus ojos de los de ella y le ofreció su mano para que se levantara. Al tocarse, sintieron como una corriente eléctrica les recorría todo el cuerpo-. ¿Estás bien?- pregunto
- Sí, estoy bi…-alguien le paso los brazos por los hombros cortando lo que estaba diciendo. 
Solo entonces, Alexis fue consiente que ella no estaba sola.
Nicolás apego a su novia a su lado y esta soltó la mano de Alexis cayendo a su lado sin vida.
Él despego la vista de ella y se fijó en el chico. La forma en que la abrazaba, la mirada hacia ella… Todo lo llevaba a una conclusión.
Su novio.
Tan rápido como su corazón había empezado a latir, paro. Dejando un corazón dolido.
¿Pero, por qué? Esa era la interrogante.
¿Quién era ella para impórtale tanto? ¿Por qué le molestaba y dolía tanto que tuviera novio? No lo sabía. Solo sabía que tan rápido llego a su vida, ella se fue.
Nicolás saco se brazo de los hombros de Elizabeth y le tomó la mano. La empuja hacía la sala, sin decir otra palabra y dejando atónito a Alexis.
Elizabeth volteó a mirarlo nuevamente y se encontró con su mirada por unos segundos, pero la quito avergonzada.
Ninguno entendía muy bien lo que había pasado. Ni que significado ese encuentro o si se verían de nuevo.
Pero si sabían algo.
Nada iba a ser lo mismo.


~ Fin del Capítulo

4.1.11

2. Cine - Alexis - 1° Parte


Después de terminar las clases, me fui a casa a descansar un poco. El tema me seguía rondando en la cabeza. Odiaba la sensación. Trate de distraerme pero no pude. Así que simplemente hice lo que siempre hacía para olvidar cosas: dormir. A ver si así se me quitaba.
El sonido del celular me despertó.
- ¿Sí?- respondí aún entre dormido.
- ¿Alexis dónde estás?- pregunto enojada
- ¿Abi?
- Sí, ¿quién más? ¿A dónde estás? Llevo 30 minutos esperándote
Mire el reloj y eran las 20:35 hrs. ¡Maldición! Dormí demasiado.
- Lo siento, me quede dormido. Voy enseguida- y colgué.
Fui al baño y me moje la cara para despertarme, regresé a mi habitación, busqué mis cosas y salí
- ¿A dónde vas?- pregunto mi hermana que estaba estirada en el sillón.
- Voy a salir un rato.
- Me di cuenta, ¿a dónde?
- Al cine
- ¿Con quién?
- ¿Esto es un interrogatorio?
- Responde- me pidió con un pequeño puchero
- Con Abi. ¿Están papá y mamá?
- Si, están en su habitación, ¿por?
- Si preguntan a donde fui, tú les dices, ¿bueno?
- Está bien
Iba a salir pero me llama nuevamente.
- ¿No te vas a despedir?
Me devolví, me acuclillé al lado de ella y le di un beso en la frente.
- ¿Contenta?
- Si- y me sonrió
- Nos vemos después
- Adiós
Me levanté y salí de casa. Tenía que llegar pronto o Abi se enojaba y no era muy agradable. Detrás de esa chica tierna que tanto adoraba, se encontraba alguien no muy agradable. No es que fuera del tipo de chicas que si no consiguen lo que quieren patalean. Es solo que a mi hija no le gusta que rompan las promesas que le hacen.
A las 20:55pm llegué. Había corrido como loco y me faltaba el aire. Busqué a Abi con la vista y no fue difícil encontrarla. Su colorida ropa resaltaba. Me acerqué rápidamente a ella y la abracé.
- Lo siento, lo siento, lo siento- me disculpé-. No quise hacerte esperar, es que me quede dormido, bueno, tú me conoces-me alejé.
- No importa- sonrió- Pero apurémonos que la película ya empieza- me tomo de la mano y me llevo a la sala.
Al llegar, nos sentamos en el centro de la sala. Aún pasaban anuncios en la pantalla. Poco a poco la se fue llenando, Abi miraba a todos lados, en especial a la puerta, viendo como llegaba gente.
- ¿Qué te pasa?- pregunte apoyando mi cabeza en su hombro.
- Me dio hambre- hizo una mueca- ¿Me puedes comprar algo?
- ¿Por qué no me dijiste antes?
- Es que ahora me dio hambre. Están todos comiendo
- Abi…
- Por favor- me hizo ojitos y no me pude negar
- Bueno- suspire rendido
- ¡Gracias! Por eso eres mi mejor amigo
- Soy…- iba a decirle algo pero me arrepentí. Si lo decía, la iba a herir y lo menos que quería herirla-. ¿Quieres palomitas?
- Sip. Dulces.
- Si sé, no te gustan las saladas.
Le di un beso en la frente y camine hacía el lobby del cine.