26.1.11

4. Suerte - Elizabeth - 1° Parte


Creo que esa había sido una de mis peores noches.
Casi ni dormí. La pelea de Esteban seguía en mi cabeza. Quería disculparme con mi hermano. Él era una de las pocas personas en que podía confiar, no quería perderlo.
Mire el reloj que estaba en mi velador, eran las 6:10am. Tenía que levantarme. Me levante tambaleando un poco y prendí la luz. Busqué entre mi ropa, aunque no fuera mucha y saque mis jeans grises, la camiseta blanca y negra con el dibujo del ratón Mickey Mouse y un poleron de lana negra.
Después de darme una ducha rápida, me vestí y me sequé el cabello tratando de no demorarme mucho para no despertar a mi hermano. Me puse mis aron en forma de perla y cuando iba a ponerme el brazalete de mi abuela, no lo encontré. No estaba en mi velador. La busqué en el piso, entre mi ropa, mi mochila, en toda la pieza, pero nada.
¡No! ¿Dónde estaba? Yo me la había puesta ayer, la tenía en el conservatorio, en el trabajo y…
Solté un pequeño grito cuando me di cuenta lo que había pasado. El cine, la caída. Tenía que haberse soltado y caído. Dios, es horrible. Si mi mamá se enteran se va a enojar.
Definitivamente este no era mi día.
Me puse mis zapatillas y fui a la cocina. Ya estaban despiertos mis papás. Los salude con beso y me senté a desayunar.
- ¿Qué quieres desayunar?- me pregunto mi mamá
- Algo que me haga despertar
- ¿No pudiste dormir bien?
- No- hice una mueca
- ¿Por lo de ayer?
- Si- suspire- Tengo que hablar con él
- Si, cariño
Me sirvió una taza de café con leche y un pan con queso. Comí en silencio distraída, se me había quitado el hambre. Termine y me fui a lavar los dientes. Me fui a abrigara y esperé a mi papá en la sala. No se demoró y nos fuimos al auto.
Papá casi nunca nos llevaba a mi hermano y a mí a clases, él salía antes de casa para llegar temprano, así que no nos podía llevar. El trayecto fue silencioso, pero no incómodo.
Todo estaba oscuro cuando entramos. Prendí la luz y fui hacía los vestidores a cambiarme. Me puse la camiseta que tenía el logo del café, un trébol de cuatro hojas y bajo este decía “Café Trébol”. Me puse el delantal de color verde y guarde mis cosas en el casillero. Me hice un moño y salí. Mi papa estaba en la cocina arreglando todo. Me dirigí hacia las mesas y empecé a bajar las sillas.
Este iba a ser un largo día.

22.1.11

3. Insomnio - Alexis - 2° Parte

¿Qué demonios fue eso?
Eso si había sido extraño, mucho. Pero definitivamente fue algo… no sé, increíble. Son de ese tipo de cosas que a uno le quita el sueño, bueno, quizás no tan así.
Maldición, ¿quién era ella? No sé, pero era bellísima. La quería ver de nuevo, aunque era casi imposible. Y aunque la volviera ver, ¿de que serviría? Tenía novio. Maldito suertudo. Bueno, ya que.
Metí mi llave en la cerradura, y abrí la puerta. La sala estaba oscura, todos debían estar durmiendo. Fui a mi habitación. Me senté y saqué del bolsillo lo que me había encontrado. Era un brazalete, que a simple vista ya se veía caro. Era una cadena dorada y a centro había un espacio vacío en forma de ovalo y alrededor de este, pequeñas piedritas, parecían diamantes, pero le faltaban varios y el broche estaba roto.
No sé por qué, pero creo que le pertenecía a ella. Después de perderla de vista, lo había encontrado en el piso. Quizás solo fuera coincidencia y ya estaba ahí desde antes pero yo prefería pensar que era de ella y tener un recuerdo de esa chica. Aunque quizás termine mal de la cabeza por su culpa.
Deje el brazalete en el cajón del velador y me puse el pijama. Entonces, golpean la puerta de  mi habitación.
- Pase- dije algo extrañado
La puerta se abrió y apareció mi Bella hermana. Sonreí y ella se acercó y se sentó a mi lado.
- ¿Qué pasa?- pregunte
- Nada
- ¿Entonces?
- ¿Entonces qué?
- Isabella estoy hablando en serio. Si no me viniste a decir algo, mejor te vas a acostar.
Me miro algo molesta y triste a la vez, se levantó caminando hacia la puerta pero la alcance a tomar de la mano y la empuje hacia mí haciendo que cayera en mis piernas.
- A ver, cuéntame, ¿qué te pasa ahora?- se quedó callada un rato
- Me tienes abandonada
- ¿Qué?
- Casi ni pasas conmigo
- Pero si tú dices que no te moleste.
- Ya, ¿pero ahora se te ocurre hacerme caso?
Dios, quien la entiende.
- No es que no quiera pasar tiempo contigo, pero yo he tenido cosas que hacer
- Hoy te pasaste casi toda la tarde durmiendo, no creo que eso sea más importante que yo.
- Pudiste despertarme- mencione
- Tú siempre te molestas cuanto te despierto
Me quede callado. La abrase y apoye mi mentón sobre su hombro.
- Lo siento. Prometo que pasare más tiempo contigo, ¿bueno?
- Bueno- sonrió
- ¿Te quieres acostar aquí’- le ofrecí
- ¡Sí!- Contesto sonriente
- Bueno, acuéstate
Se levantó de mis piernas y yo la imite para ir a apagar la luz. Ella se acostó y yo a su lado abrazándola fuertemente.
- Buenas noches- me dijo
- Buenas noches, Isabella
Nunca he logrado entender a mi hermana y creo que nunca lo voy a hacer. A veces quería estar conmigo y otras prácticamente me echaba para que no estuviera cerca. Pero no importaba ahora. Tenía que dejar de pensar en cosas que no vale la pena y prestar más atención a mi hermana. Quizás no volvería a ver a esa chica, así que tenía que olvidarla. Quería mucho a Isabella para perderla. Al fin y al cabo, ella es la persona más importante para mí y quiero tenerla para siempre.

~ Fin del Capítulo

15.1.11

3. Insomnio - Elizabeth - 1° Parte


La verdad es que no supe muy bien que paso. No sabía por qué mi corazón se alocaba tanto al recordarlo. Y no pude descubrirlo en todo lo que había durado la película.
Había estado todo ese rato sumergida en mis pensamientos. Nicolás se había dada cuenta, no había que ser genio para darse cuenta. Me sentía tan extraña, era una sensación rara, no supe definir exactamente que era.
Cada vez que cerraba los ojos, ese momento venía a mi mente. Su miraba hipnotízate, la corriente eléctrica al tocar su mano, su suave voz…
¡¿Qué demonios hago pensando en eso?!
Ely, controla tus pensamientos. Recuerda, tienes novio, al que quieres mucho. Me sentía tonta por pensar así de alguien que vi por… No sé, 1 minuto, 2. No lo sé. Pareció una eternidad.
¡Ya basta!
Suspire. Mire a mi reloj de pulse y eran las 22:55. Seguía sin poder dormir. Demasiadas cosas en mi mente: esa maldita y hermosa caída, mi novio y la pelea que acababa de tener con Esteban.
- Es que no lo entiendo, ¿me puedes explicar por qué no te llevas bien con él?
- No me gusta ese chico, no me es de fiar.
- ¿Te ha hecho algo acaso?- dudo un poco
- No, pero…
- ¿Pero qué? ¡Él no te ha hecho nada! Llévate bien con él, por favor.
- ¡Es que no me puedo!- grito- No me agrada, no me gusta que andes con é, lo digo por tú bien Ely, ¡entiéndelo!
- ¡Él no me ha hecho nada! ¡Deja tu sobreprotección a un lado! Yo creo que lo tuyo es sobreprotección. Como no había tenido novio antes, te comportas así.
- Quizás, en parte sí, pero su tú estuvieras con alguien bueno, no me pondría así. Pero no, a ella justo le gusto el idiota.
- ¡Cállate! ¿Por qué te metes en mi relación? Yo no me meto en la tuya
- Porque te llevas bien con Camila
- Pero tú no puedes llevarte bien con Nicolás.
- ¡Por qué me car mal! ¡No es una buena persona! No te conviene
- ¡No es cierto! Cállate
- Demonios Ely. ¿Acaso eres estúpida o qué?- nos quedamos en silencio- Si te hace algo, no vengas a mi llorando, ¿ok? Yo te lo advertí- colgó
Se me escapaban las lágrimas de solo recordarlo. Nunca me había peleado con Esteban antes. No me gustaba estar así con él. Tendría que solucionarlo pronto. No quiero perder a un amigo por algo que no vale la pena.

9.1.11

2. Cine - Elizabeth - 2 ° y 3° Parte

Después de varios intentos e insistencia, lo había logrado: mi papá me había dejado salir antes. Aunque claro, con una condición, no me iba a pagar las horas que no había trabajado. Era normal, en cualquier trabajo harían eso, pero tenía la pequeña esperanza que mi papá no lo hiciera, pero me equivoqué.
A las 20:30hrs, Nico llego a la cafetería, le avise a mi papá y me fui a arreglar. Me cambie la camiseta y me saqué el delantal, me arreglé el cabello y salí.
Ya afuera de la cafetería pude saludar a mi novio con un beso, sin la mirada de mi papá. Le tome de la mano y caminamos hacía el cine hablando de la película que íbamos a ver.
Al llegar compramos las entradas y nos dirigimos hacía la sala. Yo, como extraña que yo, me puse a caminar de espalda mientras hablaba con Nicolás. Pero sin querer, choque con alguien y me caí sentada al piso.

~ ~

Los dos cayeron sentados, justo el uno al lado del otro. Ella se sobaba y él se quejaba. Elizabeth estaba a punto de disculparse, pero al levantar la vista, se encontró con esos ojos cafés que la hipnotizaron en menos de medio segundo.
Alexis apenas era consciente de lo que pasaba a su alrededor. En ese momento, lo único que sus ojos veían era a esa chica.
Los corazones de ambos latían a una velocidad increíble. Sincronizados en la misma frecuencia, en la misma melodía…
¿Cuánto había pasado? 10 segundo, 1 minuto, 1 hora. No lo sabía. Pero aunque hubiera pasado un siglo no hubiera sido suficiente.
- Lo lo siento- tartamudeo. Se sintió tonta al no poder hablar bien a su lado
- No pasa nada- se levantó sin quitar sus ojos de los de ella y le ofreció su mano para que se levantara. Al tocarse, sintieron como una corriente eléctrica les recorría todo el cuerpo-. ¿Estás bien?- pregunto
- Sí, estoy bi…-alguien le paso los brazos por los hombros cortando lo que estaba diciendo. 
Solo entonces, Alexis fue consiente que ella no estaba sola.
Nicolás apego a su novia a su lado y esta soltó la mano de Alexis cayendo a su lado sin vida.
Él despego la vista de ella y se fijó en el chico. La forma en que la abrazaba, la mirada hacia ella… Todo lo llevaba a una conclusión.
Su novio.
Tan rápido como su corazón había empezado a latir, paro. Dejando un corazón dolido.
¿Pero, por qué? Esa era la interrogante.
¿Quién era ella para impórtale tanto? ¿Por qué le molestaba y dolía tanto que tuviera novio? No lo sabía. Solo sabía que tan rápido llego a su vida, ella se fue.
Nicolás saco se brazo de los hombros de Elizabeth y le tomó la mano. La empuja hacía la sala, sin decir otra palabra y dejando atónito a Alexis.
Elizabeth volteó a mirarlo nuevamente y se encontró con su mirada por unos segundos, pero la quito avergonzada.
Ninguno entendía muy bien lo que había pasado. Ni que significado ese encuentro o si se verían de nuevo.
Pero si sabían algo.
Nada iba a ser lo mismo.


~ Fin del Capítulo

4.1.11

2. Cine - Alexis - 1° Parte


Después de terminar las clases, me fui a casa a descansar un poco. El tema me seguía rondando en la cabeza. Odiaba la sensación. Trate de distraerme pero no pude. Así que simplemente hice lo que siempre hacía para olvidar cosas: dormir. A ver si así se me quitaba.
El sonido del celular me despertó.
- ¿Sí?- respondí aún entre dormido.
- ¿Alexis dónde estás?- pregunto enojada
- ¿Abi?
- Sí, ¿quién más? ¿A dónde estás? Llevo 30 minutos esperándote
Mire el reloj y eran las 20:35 hrs. ¡Maldición! Dormí demasiado.
- Lo siento, me quede dormido. Voy enseguida- y colgué.
Fui al baño y me moje la cara para despertarme, regresé a mi habitación, busqué mis cosas y salí
- ¿A dónde vas?- pregunto mi hermana que estaba estirada en el sillón.
- Voy a salir un rato.
- Me di cuenta, ¿a dónde?
- Al cine
- ¿Con quién?
- ¿Esto es un interrogatorio?
- Responde- me pidió con un pequeño puchero
- Con Abi. ¿Están papá y mamá?
- Si, están en su habitación, ¿por?
- Si preguntan a donde fui, tú les dices, ¿bueno?
- Está bien
Iba a salir pero me llama nuevamente.
- ¿No te vas a despedir?
Me devolví, me acuclillé al lado de ella y le di un beso en la frente.
- ¿Contenta?
- Si- y me sonrió
- Nos vemos después
- Adiós
Me levanté y salí de casa. Tenía que llegar pronto o Abi se enojaba y no era muy agradable. Detrás de esa chica tierna que tanto adoraba, se encontraba alguien no muy agradable. No es que fuera del tipo de chicas que si no consiguen lo que quieren patalean. Es solo que a mi hija no le gusta que rompan las promesas que le hacen.
A las 20:55pm llegué. Había corrido como loco y me faltaba el aire. Busqué a Abi con la vista y no fue difícil encontrarla. Su colorida ropa resaltaba. Me acerqué rápidamente a ella y la abracé.
- Lo siento, lo siento, lo siento- me disculpé-. No quise hacerte esperar, es que me quede dormido, bueno, tú me conoces-me alejé.
- No importa- sonrió- Pero apurémonos que la película ya empieza- me tomo de la mano y me llevo a la sala.
Al llegar, nos sentamos en el centro de la sala. Aún pasaban anuncios en la pantalla. Poco a poco la se fue llenando, Abi miraba a todos lados, en especial a la puerta, viendo como llegaba gente.
- ¿Qué te pasa?- pregunte apoyando mi cabeza en su hombro.
- Me dio hambre- hizo una mueca- ¿Me puedes comprar algo?
- ¿Por qué no me dijiste antes?
- Es que ahora me dio hambre. Están todos comiendo
- Abi…
- Por favor- me hizo ojitos y no me pude negar
- Bueno- suspire rendido
- ¡Gracias! Por eso eres mi mejor amigo
- Soy…- iba a decirle algo pero me arrepentí. Si lo decía, la iba a herir y lo menos que quería herirla-. ¿Quieres palomitas?
- Sip. Dulces.
- Si sé, no te gustan las saladas.
Le di un beso en la frente y camine hacía el lobby del cine.